Aprendizaje en el aula y en la empresa
Los alumnos de formación profesional grado medio de impresión gráfica han realizado, recientemente, visitas a empresas del sector gráfico. Todos los alumnos pasaron por IMTRO y aquellos de 2º curso que aprobaron el examen estuvieron en DIFLEX. El objetivo de las visitas a estas empresas fue conocer los procesos reales de trabajo.
Los alumnos de formación profesional grado medio de impresión gráfica han realizado, recientemente, visitas a empresas del sector gráfico. Todos los alumnos pasaron por IMTRO y aquellos de 2º curso que aprobaron el examen estuvieron en DIFLEX. El objetivo de las visitas a estas empresas fue conocer los procesos reales de trabajo.
Visitas como estas son habituales en Tajamar, pues ayudan a estrechar lazos entre la escuela y la empresa, algo que quiere reforzar la nueva ley de FP, que busca reforzar la formación profesional generalizando su carácter dual, adecuándola a las necesidades de la sociedad en su conjunto.
La implantación de esta formación profesional de carácter dual en nuestro país no será sencilla, pero ya se empieza a reconocer su clara necesidad. En el camino, los centros siguen proponiendo acciones que visualicen ese carácter dual de la formación profesional, acercando la realidad de las empresas a sus alumnos.
Una de esas acciones puede ser realizar visitas a empresas, enriquecedoras tanto para el alumno como para la empresa. Los alumnos comprueben que lo que explican en las aulas/talleres tiene aplicación práctica y descubren la tecnología que impregna todo el proceso de producción. Las empresas, por su parte, se convierten “en escaparate” para unos jóvenes que, en poco tiempo, cubrirán tantos puestos de trabajo como requiere la industria.
Automatización de procesos
El profesor del grado medio de impresión que preparó las visitas a estas empresas, Carlos Sánchez, dice que “buscaba, entre otras cosas, que los alumnos conocieran cómo se prepara un trabajo real de impresión. En la visita a IMTRO, por ejemplo, pudieron comprobar los procesos que utiliza un impresor a la hora de ejecutar un trabajo: preparación del papel, colocación de las planchas, limpieza del cuerpo impresor, etc”.
Todas estas acciones las realizan ellos en clase, por equipos y con máquinas menos automatizadas. En la empresa vieron cómo el trabajador define el formato en el pupitre de control y unos motores desplazan los elementos de la máquina y los ajusta al nuevo formato automáticamente.
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En definitiva, los alumnos comprobaron la eficiencia con la que se trabaja en la empresa: lo que a ellos les lleva 20 minutos de trabajo, en la empresa se hace en 3 minutos porque el 95% de las operaciones relativas a la impresión están automatizadas.
Durante la visita al taller de IMTRO, los alumnos también vieron cómo está incorporada la tecnología a la producción. Mientras que ellos, en el aula taller, sacan muestras del pliego impreso y comprueban la calidad manualmente, en la empresa se puede comparar la calidad del pliego entero con el archivo digital original, sin necesidad de extraerlo.
Trabajador vs máquina: IA
La inteligencia artificial también está presente en un taller de impresión. El jefe de producción de IMTRO, Rafael Gascón, reconocía que “estas máquinas son tan sofisticadas que van por delante del impresor en la ejecución de tareas; es decir, “tengo que contratar a otro trabajador porque con la plantilla actual estamos al 70% de la capacidad productiva de las máquinas.”
El impresor dispone de un presetting (o preajuste) cercano al 95% del objetivo de calidad. Los pequeños ajustes que realiza hasta alcanzar el OK (fluctuaciones normales por cambios térmicos o en los consumibles), serán aplicados en el siguiente trabajo. De esta manera, el sistema de trabajo es cada vez más eficiente.
Los procesos de preparación de la máquina y de limpieza, son organizados por la máquina, realizando varios procesos de forma simultánea y reduciendo el tiempo dedicado.
Lo que valoran los alumnos
Una visita a un taller de producción abre los ojos a los alumnos y les pone en la realidad. En este caso, valoraron mucho el orden y la limpieza que se veía en el taller y la comunicación de los trabajadores con ellos. Además, por supuesto, de la tecnología y coincidieron en definir IMTRO como empresa modelo en la que les gustaría trabajar.
Los alumnos del grado medio de impresión valoraron positivamente el ambiente de trabajo que vieron. Algunos podían pensar que una imprenta es lugar oscuro y sucio y se sorprendieron de la limpieza, el orden, los procesos de trabajo de cada turno y cometidos. Es decir, vieron plasmadas las soft skills que aprenden en clase.